Podemos definir la inteligencia emocional como un conjunto específico de aptitudes que se encuentran implícitas dentro de las capacidades abarcadas por la inteligencia social. Las emociones son de gran importancia en las relaciones sociales e influyen considerablemente en varios aspectos aspectos de la vida.
Cada uno de nosotros, como individuo social, tiene la necesidad de establecer prioridades, mirar positivamente hacia el futuro y reparar los sentimientos negativos antes de que nos hagan caer en la ansiedad y la depresión.
En el ámbito de la psicología se admite la consideración de inteligencia ya que es cuantificable: constituye un aspecto mensurable de la capacidad individual para llevar a cabo razonamientos abstractos y adaptación al entorno. La inteligencia emocional se pone de manifiesto cuando operamos con información emocional.
Podemos diferenciar cuatro áreas donde se desarrollan las capacidades individuales de la inteligencia emocional:
- Capacidad para percibir emociones de forma precisa.
- Capacidad de aplicar las emociones para facilitar el pensamiento y el razonamiento.
- Capacidad para comprender las emociones propias y ajenas.
- Capacidad para dominar las propias emociones y las de los demás.
Según estudios del “Consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations”, el Cociente de Exito de un individuo se debe en un 23% a la capacidad intelectual y en un 77% a sus aptitudes emocionales.
Si bien la inteligencia emocional no es algo que pueda medirse asignándole un cociente, hay formas de percibir su estado en función de la manera en que el individuo se relaciona con los demás y consigo mismo.
Le ofrecemos a continuación una serie de vínculos a diferentes sitios que se ocupan del tema y elaboraron tests para realizar online. Los resultados de estos test de inteligencia emocional de ninguna manera son determinantes ni exhaustivos, solo intentan mostrar aquellas áreas de su mundo emocional que pudieran beneficiarse de recibir una mayor atención. Se ofrecen para fines de recreación y revelan solo las características más destacadas de su personalidad.
Los aspectos de la personalidad que se evaluan en los test on-line son:
a) Consciencia de si mismo
b) Expresión Emocional
c) Grado de Autonomia
d) Confianza en si mismo
e) Actitud frente a los demás
f) Capacidad para escuchar
g) Aptitud para desenvolverse en grupo
Entonces, ¿qué es la inteligencia emocional?
Básicamente se trata de un parámetro que describe la capacidad de una persona para evaluar las respuestas emocionales de los demás. De esta manera, en aquellos individuos en que los niveles de inteligencia emocional son altos, se produce una percepción real de quienes lo rodean, generando reacciones emocionales precisas, permitiéndoles responder de forma complementaria.
Por el contrario, las personas que tienen niveles bajos de inteligencia emocional suelen ser incapaces de procesar las señales emocionales de forma real, y por ende las respuestas a ello no son correctas. Asimismo, las ideas erróneas pueden llegar a generar respuestas emocionales y comportamiento negativos.
Educando con inteligencia emocional
El primer desarrollo de la conducta y la inteligencia emocional se da en el seno familiar. Es allí donde conocemos las sensaciones y las reacciones que las mismas provocan en las otras personas, permitiéndonos así prepararnos para las relaciones sociales que entablaremos a lo largo de la vida.
En esta primera “escuela emocional” el rol social de todos los integrantes será un verdadero modelo de enseñanza y ejemplo de interacción social. Las relaciones de pareja, entre marido y mujer, serán esenciales como factores determinantes en el desarrollo emocional de los niños.
El mundo actual es una permanente fuente de distracciones para los niños en su época de aprendizaje. Los padres, estresados, no encuentran soluciones, los maestros derrochan horas en cuestiones de disciplina; pero no es un todo un caso perdido, y aún hay muchas maneras de propiciar un correcto desarrollo social y familiar.
La educación emocionalmente inteligente hecha mano a técnicas simples, basándose en un trabajo tanto de los niños como de los padres en forma simultánea y sobre sus propias emociones.
No se trata de un manual de instrucciones rígido, sino de una evolución constante y adecuada a cada caso en particular, y el éxito en su implementación es una búsqueda diaria.
La constante observación de los sentimientos, así como la distensión y las actividades recreativas, suponen recompensas tras los avances en este campo. Las actividades conjuntas, creativas y positivas, estimulan la seguridad de los niños y propician un entorno apto para su correcto desarrollo, sintiéndose apoyados y queridos.
Para la educación emocional se utiliza el seguimiento y la observación de técnicas de aprendizaje, la percepción, la intuición, la comprensión, la memoria, el interés y la atención, así como el estado anímico general, como forjadores de carácter y sociabilidad.
Inteligencia Emocional Vs. Cociente Intelectual
Desde hace mucho tiempo se sabe, en lo popular, que el cociente intelectual (CI) era determinante para saber si una persona tendría éxito en la vida, y que un test podría marcar el futuro de su éxito académico y profesional. Sin embargo, hace ya varios años que desde el ámbito empresarial hoy se sabe que son otras capacidades las necesarias para el éxito en la vida.
Se toma en consideración la importancia que las emociones tienen en nuestra vida cotidiana, conociendo entonces sus influencias en la vida diaria. Así, la mayoría de nuestras decisiones están tintadas (si no dominadas) por las emociones.
Más allá de la medición cuantitativa de los tests, es la medición cualitativa de la inteligencia emocional la que llama la atención, demostrando la poca correlación existente entre la Inteligencia clásica y la Inteligencia Emocional.
Un caso extremo sería el típico “empollón”, que llevado al límite es una máquina intelectual pero con una vida emocional desastrosa. Por otra parte podemos encontrarnos con gente que de la escuela primaria pero que llevan una vida exitosa y tienen una vida ordenada y envidiable.
Estos casos extremos no son lo común, pero hay que darse cuenta de que hay que prestar más atención a este tipo de habilidades que pueden marcar nuestra vida tanto o más que el CI.
Inteligencia emocional, clave del éxito
El 85% de las decisiones que toman los seres humanos dependen de los sentimientos, y el restante 15% dependen de la parte racional. Por ello la inteligencia emocional es trascendente en el ámbito laboral y en la calidad de vida de una persona.
Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) usar la inteligencia emocional conscientemente ayuda a construir relaciones sociales que favorecen una vida exitosa e influye en los negocios porque genera confianza. La emoción y los sentimientos están ligados a las personas y les permiten decidir lo que quieren hacer consigo mismos; generalmente buscan cosas definidas como seguridad, felicidad, tranquilidad y aceptación.
La inteligencia emocional es la conjunción de las inteligencias intra e interpersonal. La “intra” se refiere las actitudes que determinan el dominio o control de la propia persona y se divide en tres áreas: el autoconocimiento o autoestima; la autorregulación, el autocontrol y la capacidad de hacerse responsable de sus actos; y la motivación, que demuestra compromiso consigo mismo y con los demás.
La “inter” implica conocer a otras personas y se define en dos grupos: la empatía o capacidad de captar los sentimientos, necesidades e intereses ajenos; y la autoridad moral, que es más importante a nivel de liderazgo, porque supone inducir a los demás y obtener de ellos una respuesta deseable.
La inteligencia emocional y sus aplicaciones en las relaciones interpersonales
En más de una ocasión nos hemos preguntado por qué algunas personas que no poseen las características que consideramos de requisito o básicas para la gestión que realizan, logran exitosos resultados y son reconocidos por el manejo inteligente de situaciones conflictivas. No cabe duda que la inteligencia tal como la conocíamos hasta hace algunos años no es la única capacidad del ser humano que le permite desarrollarse exitosamente en la vida.
Bajo el modelo de la Inteligencia Emocional (IE) se pretende significar todo un conjunto de habilidades de procedencia psíquica que influyen en nuestra conducta, es una destreza que nos permite conocer y manejar nuestros propios sentimientos, interpretar o enfrentar los sentimientos de los demás, sentirnos satisfechos y ser eficaces en la vida, a la vez que crear hábitos mentales que favorezcan nuestra propia productividad.
El tema de la inteligencia emocional sale a luz en la sociedad norteamericana ante determinadas problemáticas sociales, especialmente en el sector educativo, la violencia en la escuelas hizo reflexionar a muchos sobre lo que estaba pasando, de cómo las emociones llevaban a muchos escolares al borde del abismo, fuera de lo racional, acabando con sus propias vidas y la de los demás.
Evidentemente faltaba algo en estos que les impedía lograr un equilibrio interno y relaciones sociales adecuadas, en otras palabras, no poseían inteligencia emocional. Desde entonces los sentimientos y emociones fueron ganando en importancia por su implicación en todos los ámbitos de la vida.
Inteligencia Emocional en condiciones de reclusión
Recientemente se difundieron los resultados de un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores provenientes del Departamento de Psicología de la Universidad de Nuevo México, quienes se abocaron a examinar si la inteligencia emocional de las personas disminuyen cuando se encuentran privadas de su libertad. Para ello se evaluaron un total de 374 reclusos, a los cuales se los sometió a las pruebas Mayer-Salovey-Caruso Emotional Intelligence (MSCEIT) y la Checklist-Revised (PCL-R).
A través de la investigación se pudo saber que los presos presentaban niveles realmente bajos de inteligencia emocional, lo cual causaba directamente una psicopatía. En este sentido, la Dra. Elsa Ermer, a cargo del equipo de investigadores que realizó el estudio, explicó: “Todas estas investigaciones han permitido demostrar que existe cierta relación entre los rasgos psicopáticos y el deterioro de la Inteligencia Emocional de los individuos. Los resultados demuestran que las características inherentes a la personalidad juegan un papel importante en la regulación emocional. Esto puede influir en el resultado de una situación, ya sea positiva o negativamente”.